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Cómo afecta la Inteligencia Artificial a la salud financiera

Cómo afecta la Inteligencia Artificial a la salud financiera

 

La inteligencia artificial (IA) ha llegado a nuestras vidas y lo ha hecho para quedarse. Está transformando la manera en que hacemos negocios, nos comunicamos, nos entretenemos e incluso cómo cuidamos nuestra salud, incluida nuestra salud financiera. 

Pero, ¿qué es la Inteligencia Artificial (IA)?  

La inteligencia artificial es una tecnología que permite a las máquinas aprender a realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como la toma de decisiones, el reconocimiento de imágenes o la resolución de problemas complejos. Se basa en algoritmos y modelos matemáticos que imitan la forma en que el cerebro humano procesa información. En resumen, la IA es una forma de programar a las máquinas para que imiten algunas de las funciones del cerebro humano y realicen tareas que antes solo podían ser realizadas por personas. 

A medida que continúa evolucionando y se integra cada vez más en nuestra vida cotidiana, es importante considerar tanto los beneficios como los riesgos potenciales que puede tener en nuestra sociedad y en nuestra salud financiera. 

La Inteligencia Artificial y la salud financiera

La salud financiera hace referencia al bienestar y a la estabilidad económica de las personas, es decir, a la capacidad de manejar de forma adecuada los aspectos financieros de sus vidas (control de ingresos y gastos, capacidad de ahorro, capacidad para endeudarse…). Y sí, la Inteligencia Artificial puede ser una mano amiga en el proceso de mejorar nuestra salud financiera. 

En el campo financiero, esta tecnología no solo está transformando la forma en que manejamos nuestras finanzas sino también la forma en la que se comercializan estas finanzas. Esta nos abre un abanico nuevo de posibilidades, pero también de preocupaciones. 

Si bien es cierto que los servicios financieros basados en IA pueden favorecer la inclusión financiera al ser más accesibles y asequibles que los servicios financieros tradicionales, también requieren un conocimiento y una destreza digital que pueden acrecentar la brecha digital existente entre la población vulnerable. 

Gestionar nuestras finanzas  

En la gestión de nuestras finanzas, la IA puede ser muy útil, por ejemplo, en cuanto al presupuesto, nos puede ayudar a hacer un seguimiento de ingresos y gastos, analizando patrones de gasto, identificando gastos recurrentes o “gastos hormiga” así cómo hacernos recomendaciones para ajustar nuestro presupuesto según nuestras características y objetivos. También pueden alertar a las personas cuando están a punto de exceder su presupuesto o cuando están gastando más de lo que deberían en una categoría específica de gastos.  

Un mayor control de los ingresos y gastos nos abre la posibilidad de ahorrar, nos puede ofrecer consejos personalizados para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de ahorro. 

Por último, esta tecnología puede ayudarnos a usar el crédito de manera inteligente. Puede proporcionarnos información sobre la mejor manera de utilizar una tarjeta de crédito, cómo evitar cargos por intereses y cuándo es el momento adecuado para consolidar o refinanciar deudas existentes. También puede ayudarnos comparando diferentes opciones de préstamos y tarjetas de crédito y seleccionar la mejor opción en función de nuestras necesidades financieras. 

Los efectos negativos de la IA en la salud financiera

Sin embargo, podría afectar negativamente la salud financiera de la población vulnerable si se utiliza de manera irresponsable o inadecuada. Por ejemplo, si es utilizada para ofrecer préstamos de manera automatizada sin tener en cuenta la capacidad de pago del prestatario, esto podría llevar a un sobrendeudamiento y, por tanto, poner en riesgo nuestra salud financiera. 

La discriminación y el sesgo son otros de los problemas recurrentes a la hora de hablar de la inteligencia artificial. Los algoritmos de IA se entrenan con datos históricos, que pueden contener sesgos o discriminaciones en función de la raza, género o ubicación geográfica. Si no son eliminados correctamente, su aplicación puede contribuir a perpetuarlos y exacerbar las desigualdades ya existentes. 

En resumen, la Inteligencia Artificial tiene el potencial de mejorar nuestra salud financiera, ofreciendo soluciones personalizadas y accesibles que nos ayuden a controlar mejor nuestros ingresos y gastos, ahorrar y utilizar el crédito de manera inteligente. Pero debemos ser conscientes de los riesgos que conlleva, especialmente para la población vulnerable.  

Es crucial asegurarnos de que la IA se utilice de manera responsable y ética, eliminando sesgos y discriminaciones, y garantizando que no se ofrezcan préstamos automatizados sin tener en cuenta la capacidad de pago del prestatario.  

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Si tienes alguna duda o consulta, contacta con nuestras técnicas de salud financiera a través del correo electrónico saludfinanciera@nantiklum.org o en el teléfono 686 08 72 74 .

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