Mujeres y condiciones laborales precarias, la brecha de género aumenta
A la problemática laboral se le añaden las consecuencias colaterales de la crisis, con un impacto negativo general en la participación de las mujeres en el mercado laboral debido al aumento de la carga de cuidados no remunerados que a menudo recae sobre sus hombros.
Podemos sentenciar, como ya explicamos en la noticia anterior de nuestro blog, que las mujeres ejercen la mayoría de los trabajos vinculados a la primera línea de acción contra el COVID-19. Se trata, a menudo, de trabajos con escaso salario y con un alto riesgo de exposición (personal de limpieza, de enfermería, de cuidado de personas mayores, etc.) Así mismo, el personal peor pagado suele ser el colectivo que menor acceso tiene al trabajo flexible, personas que por las funciones que desarrollan, no pueden teletrabajar o no pueden tener horarios que faciliten la conciliación.
Existe todavía en España, tanto en los sectores de actividad como en las profesiones, una fuerte segregación por sexos, y las mujeres siguen ocupando las categorías profesionales definidas con escasa calificación, baja remuneración y menor prestigio social, siendo también el trabajo temporal el que más incidencia tiene en este colectivo.
Las condiciones laborales precarias (contratos temporales, contratos con reducción de jornada, excedencias, etc.) se dan con mayor incidencia en las mujeres, y la actual crisis de COVID 19 ensanchará aún más su inestable situación económica.
Si pensamos por ejemplo en el sector hotelero y turístico, vemos un sector fuertemente feminizado, y que, además, posiblemente será uno de los sectores más afectado por la actual crisis sanitaria. Podemos imaginar entonces las consecuencias económicas que todo ello puedan suponer en la economía y en las finanzas de muchas mujeres, haciendo que la brecha de género sea cada vez más grande a nivel económico y laboral.
A la problemática laboral se le añaden las consecuencias colaterales de la crisis. El cierre de guarderías y escuelas ha tenido y está teniendo un impacto negativo general en la participación de las mujeres en el mercado laboral debido al aumento de la carga de cuidados no remunerados que a menudo recae sobre sus hombros. La corresponsabilidad es una asignatura pendiente en la sociedad española y afecta al trabajo remunerado de las mujeres puesto que es a éstas a las que se le asigna el rol de cuidadora en el seno de las familias. Si no hay actividades escolares y extraescolares ¿Quién se encargará de cuidar a los y las menores en edad escolar?
Las mujeres empresarias también están experimentando situaciones de extrema dificultad, y si los obstáculos para acceder a financiación antes de la actual crisis eran desproporcionados, ahora se ven se ven exacerbados en la situación actual. La mayoría de los países han adoptado medidas de respuesta de emergencia y de apoyo al sector privado, pero sin muchos datos todavía sobre la aceptación y el impacto en los empleos y las empresas de las mujeres, es difícil saber con certeza cómo se verán afectadas.
Dado que los análisis de anteriores crisis económicas, según este informe de la ONU, muestran que los ingresos de las mujeres se recuperan más lentamente que los de los hombres, existen riesgos reales de que, sin medidas proactivas por parte de los gobiernos a todos los niveles, el reloj podría retroceder más en lo que respecta a la igualdad económica de género, y la brecha de género alargarse aún más.
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